martes, 29 de noviembre de 2011

Las chicas adolescentes

Como ya sabemos, se suele dividir las etapas de la adolescencia en tres. Cada etapa trae sus propios cambios físicos, emocionales, psicológicos y de comportamiento. Ya hemos dicho anteriormente, que el desarrollo de los niños entre 8 y 18 años no está solamente determinado por el crecimiento y los cambios biológicos que experimentan su cuerpo, sino también por su propio temperamento y personalidad, las expectativas puestas en ellos por los adultos con los que conviven, y las influencias sociales.

Desde los ocho años y, las chicas, comienzan a desarrollar actitudes típicamente adolescentes que se combinan con las de la niñez que todavía no dejaron.
En su fase cognitiva se desarrollan los pensamientos lógicos y desaparece la tendencia a despreciar pensamientos imaginativos de la infancia. También existe una gran capacidad para acumular grandes conocimientos y aplicar nuevos conceptos, y un mayor interés para aprender habilidades de vida (cocinar, reparar).

En el caso de la pubertad femenina, existen signos físicos que indican su inicio: la "telarca" (aparición del botón mamario, habitualmente unilateral) y la posterior aparición del vello pubiano (pubarca). La axilarca o aparición del vello axilar puede presentarse antes o después de la telarca y/o pubarca. La menarca (primera menstruación) suele presentarse cuando las mamas alcanzan un mayor desarrollo.

La producción súbita de las hormonas LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona foliculoestimulante), conlleva la producción por los ovarios de dos hormonas femeninas: la progesterona y el estrógeno. Estas hormonas permiten la producción de óvulos (uno al mes) desde la pubertad hasta la menopausia. Y también son las responsables de las transformaciones anatómicas.

La hormona principal de crecimiento es la GH, la hormona somatotropa, que provoca en la pubertad un aumento repentino de tamaño. El primer signo de transformación del cuerpo de la niña es el desarrollo de los pechos.

El tiempo que insumen estos cambios es variable (de 2 a 6 años) y depende de factores individuales, hereditarios o genéticos. El aumento de talla se produce durante todo este período y puede continuar luego de la menarca.

La primera menstruación llega generalmente transcurridos dos años desde el inicio del desarrollo mamario: normalmente, hacia los 13 años. Los primeros ciclos suelen ser irregulares y anovulatorios. Las primeras reglas pueden ser dolorosas y conllevar una variación del humor. Las chicas normalmente están a disgusto con esta novedad que mezcla a veces sufrimiento físico y mal humor.

A través de este cambio hacia la adolescencia, las niñas poco a poco descubren la realidad de su cuerpo de adulto. El desarrollo no es uniforme, desarrollándose en ocasiones ciertas partes del cuerpo más rápidamente que otras. Esto da siluetas temporalmente desproporcionadas, responsables a menudo de angustias y complejos que emergen desde la adolescencia. Las chicas se obsesionan con este cuerpo extraño, impuesto e incontrolable.


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