lunes, 12 de diciembre de 2011

Escuela frente a trabajo


En esta nueva entrada trataremos, desde una leve pincelada, el tema de fracaso escolar durante la adolescencia. Y es que es la etapa donde existe un gran porcentaje de chicos que abandonan la educación secundaria para dedicarse a un oficio manual, práctico.

El caso de jóvenes que abandonan la escuela es un problema con serias consecuencias sociales.  La importancia de graduarse de la secundaria como mínimo requisito para obtener un empleo ha aumentado dramáticamente en los últimos cincuenta años.  Los investigadores han descubierto que los jóvenes que abandonan la escuela tienen: un nivel de ingresos más bajo, un alto nivel de desempleo y más probabilidad de estar envueltos en asuntos criminales (McNeal, 1997).  Además, los economistas han descubierto que el aumento de jóvenes que abandonan la escuela resulta en una reducción en las ganancias de impuestos públicos y un aumento en los gastos para programas de asistencia social del gobierno (Rumberger, 1987).  Pero más importante todavía es que cuando el joven abandona la escuela se deriva a sí mismo de alcanzar su mayor potencial. 





Este abandono del que hablamos empieza a desarrollarse en segundo y tercero de la educación secundaria obligatoria, aunque no se hace oficial hasta que el alumno llega a los 16 años y es entonces cuando este abandona sus estudios.


Muchos adolescentes no se sienten motivados por los estudios y ven más satisfactorio un trabajo en el que se sientan útiles, se trata de trabajos prácticos. En esta etapa de la adolescencia, los adolescentes se sienten atraídos por el materialismo de la sociedad y con esto ven atractivo las motos, la ropa en cantidad y de marca, videoconsolas, en definitiva cosas innecesarias que incitan a los más jóvenes a trabajar para poder comprar sus “caprichos”. Estos trabajos de los que hablamos que, en la mayoría de los casos, están mal pagados se aprovechan de los chicos que llegan al mercado de trabajo con ganas y motivación por el trabajo para “explotarlos”, ya que se trata de chicos y chicas sin experiencia alguna.


El mal desempeño escolar, la paternidad y la maternidad adolescente, la independencia económica, la valoración “positiva” del beneficio inmediato del trabajo,… Son factores que intervienen en la idea de sustituir la escuela por un trabajo.
Normalmente se trata de adolescentes con un nivel cultural y económico bajo. Tenemos que tener en cuenta la influencia de las familias en los adolescentes y su intervención en la educación de estos, puesto que existen casos en los que el alumno se encuentra solo en su etapa educativa porque sus padres no se interesan por la educación de este, es así cuando el adolescente pierde interés y motivación por la enseñanza y termina prefiriendo trabajar que estudiar para así sentirse más útil.


EN PAÍSES DE LA UE en 2005
(entre los 18 y 24 años)
País
Porcentaje
Malta
44,5
Portugal
38,6
España
30,8
Italia
21,9
Chipre
18,1
UE-15
16,9
UE-25
14,9
Estonia
14,0
Reino Unido
14,0
Holanda
13,6
Grecia
13,3
Bélgica
13,0
Luxemburgo
12,9
Francia
12,6
Hungría
12,3
Irlanda
12,3
Letonia
11,9
Lituania
9,2
Austria
9,1
Finlandia
8,7
Suecia
8,6
Dinamarca
8,5
República Checa
6,4
Eslovaquia
5,8
Polonia
5,5
Eslovenia
4,3




Cabe destacar que en estos últimos años, de estado crítico en la economía de nuestro país, los puestos de trabajo son muy reducidos y con esto llegamos al fomento de la "generación ni ni". Esto significa que existe un número amplio de adolescentes que dejaron sus estudios por un trabajo y ahora se ven sin trabajo ni estudios y aunque algunos se vuelvan a iniciar en una formación profesional para otros le resulta muy complicado reiniciarse en la educación.

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